viernes, 2 de septiembre de 2011

De los pequeños pasos

Es fácil volverse impaciente en la búsqueda por perder el miedo. Lees los libros y las revistas, te sientes fuerte, motivado y listo para la acción y entonces despiertas a la mañana siguiente y las cosas siguen casi igual. Cuando te pones impaciente y quieres agitar las cosas, comienzas a pensar en hacer algo grande. Las cosas GRANDES son deliberadas, son acciones de seguridad de nuestra autonomía que cambian nuestra vida diaria: renunciar a tu trabajo, mudarte de país, volver a la universidad, ese tipo de cosas. Tal vez tienes amigos que están haciendo cosas grandes o viste una película o leíste una historia de alguien que pudo con su miedo e hizo algo que consideras grande y le salió bien.

A los humanos nos gustan las cosas grandes porque son vistosas y pueden ser post-puestas indefinidamente.   Pero lo vistoso puede ser una simple ilusión: todo mundo reconoce a una persona atractiva que es poco amable con los demás, o alguien que es compartido con sus bienes pero que vive endeudado por su mala administración. Esto es algo similar, es una narrativa seductora pero incompleta.

Los maestros normalmente hablan de pasos de bebé, pequeños pasos, cosas pequeñas, victorias pequeñas. Este tipo de acciones no son tan sexys como la idea de un hombre o una mujer fuertes que le dicen a su jefe que se quede con su trabajo y optan por un cambio radical de vida. Pero son cosas importantes, no se llaman pasos de bebé sólo porque los bebés los hacen, sino porque los bebés los necesitan para aprender a caminar. Tu debes de construir gradualmente un nivel satisfactorio y sano de valor y conciencia. Si pudieras hacerlo de la noche a la mañana, todo mundo lo haría.

Nunca desalentaría una decisión importante de cambio de vida en ninguna persona, eso sería tiránico. Pero debes desarrollar un conocimiento de la verdad que sobrepasa el romance y el calor de las situaciones, ver un poco más allá y entonces poder decir: si, esto es lo que necesito, lo que me hace bien por estas razones y voy a poder manejarlo porque me he ido trabajando en ese mismo sentido. Los problemas y las resistencias en el centro de tu ser te seguirán a cualquier trabajo o ciudad. No importa cuántos amigos o cuánto dinero termines por hacer, vas a tener que vivir contigo tu vida entera. Y tú sabes mejor que cualquiera que puedes ser brutal contigo.

"Seguir tus sueños" y "hacer lo que amas" está muy bien, pero también necesitas respetarte a ti mismo lo suficiente como para: 1) Filtrar la narrativa con que te alimentas sin importar su fuente; 2) Hacer un intento honesto por conocerte, aceptarte y vivir contigo mismo. Tú te mereces lo mejor, ¿no es así? La vida es engañosa porque siendo corta y frágil debes presionar hasta el límite pero también manejarte con cuidado. Sin embargo es posible, muchos lo están haciendo, ¿estás a la altura del reto de mezclar lo drástico y lo diligente, el estilo y la substancia, la sinfonía con el silencio?